Obligados por decretos reales

Obligados por decretos reales

Farah Sheaks

1,266,529 Palabras

5.0

Descripción

Edmund Grey ha pasado un año en la imponente Mansión Grey, luchando con la realidad de su posición como heredero no apreciado. Anhelando labrarse su propio destino, se encuentra atrapado en un mundo d onde su mera existencia es a menudo objeto de burla y desdén. Apartado de las expectativas de la familia Grey, se dedica a reparar el tejado de la mansión, una tarea que irónicamente refleja su propia necesidad de apoyo y mantenimiento. Pero la verdadera tormenta que se avecina más allá de los altos muros es mucho más que un simple problema de construcción. El inoportuno compromiso con Juliana Sinclair, una mujer célebre por su belleza y su destreza marcial, se cierne sobre él como una nube oscura, orquestada por decreto real y diseñada para fracturar las alianzas en el seno de la poderosa familia Grey. Los opositores conspiran a puerta cerrada y los rumores de escándalo amenazan con empañar aún más su nombre. Los rumores de que él, el menos favorecido del linaje Grey, va a casarse con la radiante Juliana, hacen que la tensión aumente. Cada vez está más claro que esta unión forzada tiene un propósito oculto, una estratagema de la corte real para avivar la discordia entre los clanes Grey y Sinclair. En medio de la intriga, Edmund descubre una habilidad extraordinaria: extraer las propiedades y los potenciales de los objetos ordinarios que le rodean. Con esta nueva habilidad, comienza a transformar su entorno al tiempo que refuerza su propia fuerza e intelecto. Cada destello de descubrimiento le acerca más al control de su destino, pero las consecuencias de desafiar la tradición podrían ser desastrosas. Mientras lucha contra las expectativas familiares y las maquinaciones reales que intentan atraparlo, la pregunta se cierne sobre él: ¿podrá cambiar las tornas de su destino y emerger como un verdadero contendiente, o seguirá siendo un peón ignorante en un juego de poder mayor? Confianza y traición aguardan en los pasillos de la Mansión Gris, donde las sombras susurran y el peligro acecha bajo la superficie.